El café de Rick cumple 70 años


"Tócala otra vez, Sam" ó "Siempre nos quedará París"...quién no recuerda alguna de estas frases??¿¿...frases de una mítica película que ayer cumplía 70 años de su estreno en Nueva York.
Casablanca de Michael Curtiz se estrenaba un 26 de noviembre de 1942 protagonizada por dos grandes del cine, Humpbrey Bogart e Ingrid Bergman y se estrenaba en España en diciembre de 1946. 
La película, basada en la obra teatral Everybody comes to Rick’s (‘todos vienen al café de Rick’) de Murray Burnett y Joan Alison se centra en el conflicto de Rick entre —usando las palabras de uno de los personajes— el amor y la virtud: Rick deberá escoger entre su amada Ilsa o hacer lo correcto. Su dilema es ayudarla o no a escapar de Casablanca junto a su esposo, uno de los líderes de la resistencia, para que este pueda continuar su lucha contra los nazis.
De sus ocho nominaciones a los Òscars ganó tres: el de mejor película, director y guión.
Con motivo de este aniversario se ha preparado una edición especial del film y en los lugares más emblemáticos de la ciudad de Casablanca, que aparecían en el film, se han organizado visitas guiadas para todos los fans del mítico film.

Se subasta el vestido de Dorothy...


'Iconos e ídolos de Hollywood' es el nombre de la subasta que ha organizado la casa Julien's en Beverly Hills y en la que se han subastado 800 objetos de vestuario, fotografías originales y objetos propiedad de famosos de la meca del cine.  
Uno de esos objetos es el vestido que lució Judy Garland en la película "El Mago de Oz", compuesto por una blusa y un "jumper" que diseñó Adrien uno de los diseñadores de la MGM, y por el que se han pagado 480.000 dólares (377.000 euros). 
Además del vestido de la Garland, también se han subastado un modelo que lució Julie Andrews en su papel de María en "Sonrisas y lágrimas", que se ha vendido por 38.400 dólares; los pantalones que vistió Steve McQueen en "El Yan-Tse en llamas", así como una chaqueta de carreras que lució el actor en una cita benéfica llamada 'Winter Sprint', valorados entre 1.000 y 2.000 dólares los primeros y hasta en 60.000 dólares o el Globo de Oro ganado por Elizabeth Taylor por "De repente, el último verano", tasado entre 30.000 y 50.000 dólares.

Tarzán: 100 años del grito de la selva

"Tenía 35 años cuando empecé a escribir las historias de Tarzán" comentaba siempre su autor Edgar Rice Burroughs un vendedor americano que dedicaba sus tardes libres a escribir novelas por pura necesidad financiera.
Rice no podía ni imaginar que el personaje que había creado en Octubre de 1912 se convertiría en un héroe y que llegaría a cumplir un centenario de vida este 2012.
La historia del niño huérfano criado por los simios y convertido en Rey de la Jungla se publicó primero en una revista estadounidense. Dos años más tarde, en 1914, salió la edición en libro, a la que siguieron varias secuelas, y todas fueron traducidas a varios idiomas. Burroughs, que nació en 1875, recibió por el primer manuscrito un cheque de 700 dólares, pero pronto fundó su propia editorial y, entre otras historias, siempre inventó nuevas aventuras para el musculoso héroe.
Tarzán, cuyo nombre de pila es John Clayton III, era hijo de una pareja de aristócratas británicos. Tras un motín en un barco, la familia queda abandonada en una costa africana y pronto los padres mueren. Pero un grupo de monos, Burroughs nunca aclaró qué especie, recoge al bebé y lo cría como un hijo. Los simios le dan un nombre, que en la lengua inventada por el autor significa piel blanca.
Así, Tarzán aprende a trepar, moverse de liana en liana, dormir en las copas de los árboles y alimentarse de carne cruda. Se viste con apenas un taparrabos de cuero y lleva un cuchillo como única arma. Al final, encuentra por casualidad a Jane, hija de un científico, y se enamora de ella. Juntos regresan a la civilización, pero él nunca se siente a gusto allí y regresa, una y otra vez, a la selva.
El héroe del cómic fue llevado también a la gran pantalla donde actores como Johnny Weissmuller o Christopher Lambert le dieron vida desde 1932.
Pese al éxito de su personaje, Burroughs nunca ganó mucho dinero. Murió en 1950, y fue enterrado en un terreno en California que compró, al que llamó Tarzana.