Muere Sara Montiel, la última superviviente de "Veracruz"


Era la última superviviente de la mítica “Veracruz” protagonizada por Gary Cooper, Burt Lancaster y Denise Darcel, la ex mujer de uno de los directores de western más importantes de Hollywood, Anthony Mann y muy probablemente la actriz mejor pagada del mundo desde su papel en “La Violetera”.
Hoy ha muerto en su casa del barrio de Salamanca de Madrid la actriz Sara Montiel a la edad de 85 años. 
No han trascendido las causas de su fallecimiento pero todo indica a que ha sido por causas naturales. La Montiel estaba en casa acompañada de su hija Thais cuando sufrió un desmayo; los servicios médicos que acudieron al domicilio sólo pudieron certificar su muerte.
Nacida en el Campo de Criptana (Ciudad Real) el 10 de Marzo de 1928 con el nombre de Maria Antonia Abad e hija de trabajadores del campo decía que, ella no había nacido para llevar la misma vida que sus padres, "yo he nacido de pie para ser alguién importante y lo seré" y así fue…se convirtió en la primera actriz española en pisar suelo americano y en conseguir un contrato de exclusividad valorado en un millón de dólares por película. 
Su vida sentimental fue agitada: se casó en cuatro ocasiones y con su tercer marido, Pepe Tous, adoptó a sus dos hijos. Vivió además numerosos amores inconfesables confirmados por ella con personajes como Ernest Hemingway, Miguel Mihura, Severo Ochoa, Mario Camus, Gary Cooper…
Su filmografía consta de más de sesenta películas rodadas entre los años 50 y 60: “Veracruz”, “El último cuplé” o “La Violetera” fueron las más destacables y popularizó dos canciones “Fumando espero” y “Bésame Mucho”.
Su última participación la realizó en el videoclip de Fangoria “Absolutamente”; antes había contribuido a la banda sonora de la película “La mala educación” de Pedro Almodóvar con dos canciones.
Aficionada a los habanos, fue fumadora empedernida.
Hoy ha muerto un mito del cine español, y la actriz favorita de mi yayo Paco.
DEP

El Safareig - 55 años del crimen de las Turner


El 5 de abril de 1958 el cadáver del ex gánster Johnny Stompanato aparecía en el piso de la actriz Lana Turner. El mafioso poseía un historial granado: antiguo guardaespaldas del capo Micky Cohen y ex socio del famoso Bugsy Siegel, fundador de Las Vegas,había recalado en Acapulco donde coincidió con la estrella de cine. Lana, aun cuando contaba tan solo 38 años, se hallaba sumida en una crisis de autoestima. Su afición al vodka empezaba a pasar factura a su rostro y su tormentosa vida sentimental la hacía vulnerable. Lana había contraído matrimonio en siete ocasiones y había mantenido infinidad de romances. Vivía con su única hija de 14 años, Cheryl, habida de su matrimonio con Stephen Crane en 1943. La ‘chica del suéter’, otrora estrella fulgurante de Hollywood, la sex symbol que había encandilado al público en sus arrebatadores interpretaciones en El cartero siempre llama dos veces, Imitación a la vida o Cautivos del mal, veía cómo su carrera empezaba a hacer aguas tras varios fracasos en taquilla. 

En aquel momento apareció el atractivo Stompanato, apodado ‘Oscar’ por su gran capacidad amatoria, y que sedujo a la actriz buscando limpiar su imagen, marcada por su pasado mafioso. La actriz, sumida en una neurosis provocada por los primeros atisbos de su decadencia, sucumbió a sus encantos. En la cartera del cadáver del gángster la policía encontraría una fotografía de la actriz con esta dulce dedicatoria: ‘A Johnny, mi vida y mi amor, Lanita.’ Eran los primeros momentos de su idilio porque, pronto, la estrella descubriría la verdadera naturaleza de su amante: Stompanato la maltrataba sistemáticamente, abusaba físicamente de ella y la coaccionaba hasta extremos insospechados. Todo ello en presencia de su única hija.
La situación llegó al límite cuando el posesivo gánster amenazó a punta de pistola al entonces actor en ciernes Sean Connery,representante de Escocia en 1950 en el concurso de Míster Universo y su partenaire en Brumas de inquietud. Informado por sus colegas de que la estrella coqueteaba con el atractivo actor, Stompanato puso precio a la cabeza del futuro James Bond, que se vio obligado a huir a Londres.
Lana descubrió así sus vínculos con el hampa de Los Ángeles y sabedora de que ello podía repercutir en su ya malograda carrera artística, intentó romper la relación.
La noche del 4 de abril se desencadenó la tragedia. Lana y Stompanato mantenían una de sus violentas discusiones. La actriz, con mucha determinación amenazó con abandonar a su amante. Este reaccionó con la extremada violencia de la que hacía gala habitualmente. En el fragor de la pelea, el gánster amenazó con herir a la estrella: ‘Lo harás o te rajo’, le dijo.
La pequeña Cheryl, agazapada tras la puerta, fue descubierta por los amantes. Ello contrarió a su madre, que increpó con mayor violencia a Stampanato. Decidida, la niña corrió a la cocina, cogió un afilado cuchillo y en presunta defensa de su madre y movida aparentemente por el sentimiento filial, asestó una cuchillada mortal en el vientre del mafioso.
La noticia conmocionó a la opinión pública. El morbo estaba servido: famosa estrella de la cantera hollywoodiense, amante mafioso maltratador, preadolescente asesina.
El escándalo tiñó el suceso de inmediato. El juicio fue retransmitido por televisión, hecho inusual en la historia. La defensa de Lana en pro de su hija constituyó sin lugar a dudas el mejor papel de su carrera interpretativa. Los niveles de audiencia de las emisiones convirtieron el litigio en un auténtico reality show.
Las sesiones eran auténtica carnaza. Así, durante una de ellas un asistente surgió del público gritando: ‘Todo esto es un montón de mentiras. La hija también estaba enamorada de él y lo mató a causa de los celos’. Sembrada la cizaña, la tarea del jurado era compleja pero la convicción de los testimonios de la actriz logró un benévolo veredicto del jurado: ‘Homicidio justificado’.
La joven Cheryl había quedado libre. Con el tiempo publicaría Una tragedia en Hollywood, escalofriante autobiografía en la que describe paso a paso el terrible suceso y su premeditación al abordar la muerte del mafioso. En el libro logra seducir a los lectores al narrar la dureza de la infancia a la que se vio sometida como hija de Lana Turner, denunciando además haber sido violada en repetidas ocasiones tanto por Lex Barker, cuarto marido de la actriz (futuro esposo de Tita Cervera), un año antes del caso Stampanato, como por el actor Fernando Lamas (padre de Lorenzo Lamas),otro de sus amantes.
Fue una auténtica tragedia hollywoodiense.