Bésame mucho

Esta entrada de blog va de besos, pues si, de besos de película porque acabo de leer, repasando mis recortes y notas de cine que, si hasta hace poco el beso que se daban Cary Grant e Ingrid Bergman en la película "Encadenados" de Alfred Hitchcock era el más largo de la historia, un minuto y treinta segundos nada más y nada menos, una película italiana "La señora de las Camelias" de Lodovico Gasparini protagonizada por el bilbaino Sergio Muñiz y la italiana Francesca Neri la ha desbancado con un beso de un minuto y cuarenta segundos.
Pero no sólo del beso más largo vive el cine, ¿no?...¿quién no recuerda el más picante protagonizado por Warren Beaty y Natalie Wood en "Esplendor en la hierba" en 1961?, ¿o el inolvidable beso en la orilla de la playa de Burt Lancaster y Deborah Kerr en "De aquí a la eternidad" en 1953?, ¿o uno de lo más cortos, que duró sólo veinte segundos, entre Laurence Olivier y Merle Oberon en "Cumbres borrascosas" en 1939?, ¿o el más "pasado por agua" que se recuerda y que dieron George Peppard y Audrey Hepburn en "Desayuno con diamantes" en 1961?, ¿y que decir de los últimos besos de Humpbrey Bogart e Ingrid Bergman en "Casablanca" antes de su despedida en 1941?, ¿o el beso moribundo de Gregory Peck y Jennifer Jones en "Duelo al sol" en 1946?...
Ahora bien, el beso por excelencia, el más romántico de la historia del cine, sigue siendo y será por muchos años el protagonizado por Clark Gable y Vivien Leigh en "Lo que el viento se llevó" en 1939, todo un clásico...
Pero no todos los actores y todas las actrices se besaron en la gran pantalla; cabe destacar como anécdota que una de las actrices más provocativas, la rubia Mae West nunca besó a ningún galán en ninguna de sus películas y que Anna May Wong, una de las primeras actrices asiáticas en pertenecer al mundo del celuloide hollywoodiense tampoco besó a varón alguno.

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