La actriz italiana Gina Lollobrigida murió el pasado 16 de enero.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los grandes estudios de Hollywood dirigieron la mirada hacia Italia para fichar bellezas latinas como Sofia Loren o Silvana Mangano. Gina pertenecía a esa generación. Hizo sus pinitos como modelo desde muy joven lo que le reportó algún pequeño papel en las películas locales de la época y quedó en el tercer puesto en el concurso de Miss Italia en 1947. Eso la puso en el candelero.
Trabajó junto a Gérard Philipe, en Fanfan, el invencible donde encarnaba a un belleza gitana. El filme logró reconocimientos en los festivales de Cannes y Berlín. Y obtuvo otro gran éxito a las órdenes de Luigi Comencini en Pan, amor y fantasía, la primera película de la serie Pan, amor... con Vittorio De Sica como protagonista. La cinta consiguió una nominación a los Oscar.
Además, durante esa etapa la actriz conoció a Milko Škofič, un médico esloveno con quien contrajo matrimonio y tuvo a su único hijo, Andrea Milko. La pareja se casó en 1949 y permaneció unida hasta 1971. Ya casada y con una buena carrera a sus espaldas, a Gina le había llegado, esta vez sí, el momento de dar el saltó a Hollywood. Se fue a la meca del cine en 1953 para protagonizar un título de renombre.
La burla del diablo es hoy una película de culto. Humphrey Bogart y Jennifer Jones acompañaron a Lollobrigida en su debut americano. El filme le abrió las puertas del Hollywood, que en aquellos tiempos apostaba por las grandes producciones a todo color. Así interpretó a una ambiciosa acróbata por la que rivalizan Burt Lancaster y Tony Curtis en el drama circense Trapecio.
Pero la actriz compaginó esos trabajos en la Meca del cine con actuaciones en Italia donde rodó Pan, amor y celos de nuevo a los órdenes de Comencini y acompañada de De Sica. También protagonizó La romana, una adaptación de la novela del mismo título de Alberto Moravia. Y regresó a los brazos profesionales de De sica en Anna de Brooklyn, donde era una italiana instalada en Nueva York que vuelve a su pueblo natal para casarse.
Después se enroló en una gran producción, que resultó muy desgraciada. Un gran equipo de estrellas de Hollywood se trasladó en 1959 a Madrid para rodar Salomón y la reina de Saba a las órdenes de King Vidor. Gina y Tyrone Power encabezaban el reparto que también incluía a George Sanders, pero durante los primeros días de rodaje Power sufrió un ataque al corazón y murió. Solo tenía 44 años. La productora lo sustituyó por Yul Brynner, que terminó la película.
Para entonces, la Lollo, como se la apodaba, era ya toda una estrella y también estaba considerada como una gran belleza sobre todo tras protagonizar La mujer más guapa del mundo.
Mantuvo su actividad como actriz a lo largo de toda la década de los sesenta en filmes menos espectaculares como Desnuda frente al mundo donde daba vida a una prostituta; Cuando llegue septiembre, una comedia de enredo en la que Rock Hudson le daba la réplica, o Buona Sera, Sra. Campbell donde le acompañaron Shelley Winters y Peter Lawford.
En 1971 se divorció de su esposo y en 1973 se retiró del cine tras el rodaje en España de No encontré rosas para mi madre. Pero esa retirada no supuso ni mucho menos una jubilación para una mujer italiana de carácter como era la Lollo. La separación y el alejamiento de las cámaras abrieron a Gina las puertas de una nueva vida en la que se volcó en la fotografía y la escultura, sus dos grandes pasiones de juventud.
En los años 80 volvió a la actuación y, como otras muchas estrellas del Hollywood, clásico participó en algunos capítulos de series de televisión como Falcon Crest y Vacaciones en el mar.
DEP