Casi dos mil ochocientos millones de Euros tienen la culpa; esa es la deuda que los Estudios de la Metro Goldwyn Mayer arrastran desde hace un par de años, y que pueden obligar a sus actuales propietarios, Sony y Comcast, a ponerlos en venta.
El mítico rugido del león, responsable de cintas memorables como Ben-Hur, Lo que el viento se llevó o Cantando bajo la lluvia y de auténticos éxitos de taquilla como las series protagonizadas por James Bond o Rocky Balboa, puede pasar a otras manos muy brevemente; las ofertas son de lo más variopintas: desde la presentada por el gigante Time Warner, pasando por los estudios de la competencia los Lions Gate y acabando por la del holding gestionado por el millonario ruso Len Blavatnik.
El mítico rugido del león, responsable de cintas memorables como Ben-Hur, Lo que el viento se llevó o Cantando bajo la lluvia y de auténticos éxitos de taquilla como las series protagonizadas por James Bond o Rocky Balboa, puede pasar a otras manos muy brevemente; las ofertas son de lo más variopintas: desde la presentada por el gigante Time Warner, pasando por los estudios de la competencia los Lions Gate y acabando por la del holding gestionado por el millonario ruso Len Blavatnik.
Cualquiera de ellos tendría que abonar la próxima semana un primer pago de mil quinientos millones de euros, que ninguno ha hecho efectivo todavía, antes de que la MGM se declare insolvente y se acoja a la ley de quiebras para esquivar así su desaparición.
Un catálogo de más de cuatro mil títulos de films y más de doscientos Oscars que hay en su vitrina merecen la pena para que sigan vivos, o no?...
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