"La reina del Tecnicolor" cumple 90 años

Noventa años no son nada si se tiene en cuenta que se pretende vivir hasta los 102 años, como bien le dijo a Larry King en una de sus últimas entrevistas televisivas.
La inolvidable Maureen O’Hara, la pelirroja partenaire de John Wayne en títulos como ¡Qué verde era mi valle!, Río Grande, Cuna de héroes, Escrito bajo el sol o la OBRA MAESTRA El hombre tranquilo; todas ellas dirigidas por el magistral John Ford (quién estuvo profundamente enamorado de ella tal como se podía leer en las cartas que le enviaba durante los rodajes y que la O’Hara recordaba en su autobiografía Tis herself publicada en el 2004) celebra hoy su onomástica. Dublinesa de nacimiento empezó su carrera cinematográfica a los cinco años en el teatro y a los dieciocho en el cine. Su primer film fue La posada de Jamaica bajo las órdenes de Alfred Hitchcock; le siguieron otros títulos como Esmeralda la zíngara, Esta tierra es mía, El cisne negro, La isla de los corsarios, De ilusión también se vive, Niñera moderna, etc.
Charles Laughton la llevó hasta Hollywood donde triunfó y John Wayne se convirtió en su mejor media naranja en esa combinación explosiva de “hombre duro mujer fuerte” que funcionó perfectamente.
Sus últimas apariciones en la pequeña pantalla fueron en 1991 interpretando a la madre de John Candy en Yo, tú y mamá y The last dance en el 2000.
Nunca fue nominada al Oscar, quizás sea un buen momento para otorgarle el honorífico, antes de que sea demasiado tarde.

Happy birthday Mrs. O’Hara!!!...

Adiós a Patricia Neal, la amante de Gary Cooper

Patricia Neal, protagonista de films como El Manantial o secundaria en Desayuno con Diamantes, en la que encarnaba a la decoradora amante de George Peppard, falleció ayer en su casa de Massachussets a causa de un cáncer pulmonar según comunicaron fuentes familiares.
Neal rodó El Manantial junto a Gary Cooper en 1949 a las órdenes de King Vidor y ambos se enamoraron; el actor, casado en aquel entonces, no renunció a su matrimonio y ella se convirtió en su amante durante muchos años viviendo una larga relación muy criticada en la época.
La vida de la actriz fue un cúmulo de desgracias familiares: casada desde 1953 con el escritor Roald Dahl perdió a dos de sus cinco hijos: Olivia, la mayor a causa de una encefalitis en 1962 y en 1960 su hijo Theo con cuatro meses a consecuencia de un accidente de tráfico cuando el coche en el que dormía fue embestido por un taxi y un autobús en la ciudad de Nueva York.
Ella sufrió graves problemas de salud: tres infartos cerebrales, el primero de ellos en 1965, que le provocaron incluso un coma del que se recuperó.
Nominada en una ocasión para el Oscar lo ganó con el film El Más Salvaje entre mil junto al actor Paul Newman.
Como ella dijo el día antes de morir: "Lo he pasado muy bien"...Descanse en paz